Lunes 18 de Abril, un día raro, me he levantado, no con el pie izquierdo, no estoy del todo mal, digamos que me he levantado con los pies juntos, ni para un lado ni para el otro.
Hoy toca estudiar, Mates, Inglés, Historia, Química, Lengua, CTM, Biología... ¿por qué?, pues porque mi asqueroso 4,974 en selectividad en 2010 no sirve para entrar en la universidad y me queda menos de 2 meses para las PAU, pero en fin, es lo que toca.
Esto me ha hecho recordar mis años en bachillerato, y puff me he puesto de mala leche al darme cuenta de que, si mis queridos y amados compañeros de mi primer año haciendo 2º de bachillerato no hubieran sido tan... ¿como decirlo?...tan poco amables (por no decir otra cosa), yo ahora mismo tendría selectividad más que aprobada.
La verdad es, que mis años en San Vicente de Paúl fueron agradables hasta 4º de la ESO, cuando se me ocurrió la brillante idea de apuntarme a la Escuela Municipal de Teatro, ya que, mi por entonces mejor amigo estaba apuntado desde hacía mucho tiempo. En poco tiempo me gané la amistad de todos los alumnos de la Escuela de teatro, y eso a mi supuesto mejor amigo no le hizo mucha gracia, por lo que de ser mi compañero en los recreo y mi amigo fuera de clase pasó a ser mi enemigo número uno, y yo pasé a ser su blanco fijo. Comencé a no sentirme bien en las clases de teatro y decidí dejarlo, pero los insultos, burlas, etc, continuaban en el colegio.
El año en el que cursé 1º de bachillerato, no fue tan malo, tenía a una profesora que me respaldaba continuamente y que estaba conmigo siempre que tenía algún problema. A pesar de todo, seguían las burlas, pero como este chico ya no sabía como meterse conmigo, decidió juzgarme por mis creencias religiosas, cosa que, a día de hoy, sigue sin importarme, yo sé desde pequeña, que no seré aceptada por muchos por mis creencias, así que estoy vacunada contra ello, pero aún así me dolía ser objeto de burla para cuatro idiotas. Pasé el curso y llegó el ansiado 2º de bachillerato, creo que el peor año de mi vida. Pocos meses después de comenzar el curso, en navidades, perdí a dos de las personas importantes de toda mi vida, eso me llevó a estar ausente un par de meses, estaba pero no estaba, dejé de estudiar, y cuando parecía que poco a poco iba remontando, otra vez volvieron las burlas, esta vez por mis notas, comentaban la nota de cada uno de mis exámenes, me animaban a dejarme bachiller y encima se reían en mi cara. Repetí 2º, pero esta vez no me quedé en ese colegio, fui a un sitio, donde gracias a Dios, encontré personas normales, con comportamientos y actos acordes a la mentalidad de una persona adulta.
Gracias, Dani, Sara, Miriam, Pilar, María, Esther, Rocío, etc, por demostrarme que hay veces que la estupidez humana alcanza limites insospechados, y que la edad no va acompañada de la madurez, gracias también a la profesora de biología que fomentó que estos personajes se tomaran el lujo de reírse de mi.
De todas formas quiero decir, que me alegro de tener más amigos que todos ellos, y además les quiero dar las gracias porque por ellos repetí y por ellos conocí a unas cuantas personas que a día de hoy siguen siendo maravillosas.
