domingo, 13 de marzo de 2011

Grande ayer, grande hoy, grande siempre...

Hoy me he acordado de él, como otras veces, pero hoy más que nunca, no tengo una razón lógica.
He estado viendo unas fotos de mi peregrinación a la Jornada Mundial de la Juventud en Köln(Alemania)y otra vez volvía la tristeza que sentí hace 6 años.
Mis hermanos lo habían visto y yo por fin podría escucharle de cerca, tenía 14 años y mis padres me dieron permiso para viajar hasta Alemania.

Durante un año estudié mucho más de lo que nunca lo había hecho para que mis padres no cambiaran de opinión, trabajé para devolverles el dinero, recé para que todo saliera bien.
Conseguí devolverle el dinero a mis padres, llegaron las vacaciones de Semana Santa y mis notas eran estupendas, mi alegría iba en aumento conforme se acercaba el momento.
Era Marzo y las noticias sobre su salud no eran muy buenas, pero yo no me rendí y recé para que se pusiera bien, sé que Dios me escuchó. Marzo llegaba a su fin y él todavía seguía enfermo, demasiado enfermo, pero mucha gente rezaba por él.

El día 2 de Abril del 2005 a las 21:37h, mientras estaba en misa llegó la fatal noticia, Juan Pablo II, el amigo de todos, el grande, uno de los hombres más buenos que el mundo ha podido conocer fallece. Las lagrimas inundaron mis ojos, y el corazón me iba a mil, todas las personas presentes guardamos silencio y entre lágrimas terminamos de vivir la Eucaristía.

Mis planes se habían esfumado, en Agosto iba a ver a Juan Pablo II, había sacrificado tantas cosas por ir a conocerle que la rabia y la tristeza no me dejaban ver más allá. Recé día tras día para que mi corazón dejara la rabia a un lado y me permitiera recordar lo bueno de todas aquellas cosas. Mis deseos de cancelar mi viaje desaparecieron y fuí a la JMJ, presidida en este caso por Benedicto XVI, pero él estaba allí. Jamás olvidaré esa experiencia, millones de personas compartiendo su tiempo con los demás, la velada de la noche encendiendo velas, rezando por JPII, viendo sus imágenes en pantallas gigantes.

Gracias a ese hombre el mundo descubrió el verdadero sentido de la vida, descubrió lo bueno que es amar al que tienes al lado y lo malo que es odiar. Fue un hombre grande y le doy gracias porque sus palabras me hicieron descubrir que Dios me quiere tal y como soy, y por hacerme ver que aún hay personas que luchan por la vida y por el ser humano.

El 1 de Mayo, si Dios quiere, iré a Roma, a la plaza de San Pedro, para estar presente en su beatificación, y ojala yo viva cuando le hagan Santo, porque eso si que no me lo perdería por nada del mundo.
Solo me queda decir algo, escribo ésto porque me ha salido directamente del corazón, y aunque a veces sienta miedo a la hora de hablar de Dios y de cosas así, hoy no siento miedo alguno, porque JPII dijo una vez a los jóvenes de todo el mundo, "NO TENGÁIS MIEDO", y tenía razón.

TOTUS TUUS

PORQUE MERECE LA PENA VOLVER A VERLO REÍR DEJO ESTOS VIDEOS


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