Tras un verano agotador, llega por fin el otoño, y éste llega cargado de nuevas experiencias. El otoño es junto con la primavera, una de las estaciones del año que más me gustan, quizá porque se encuentra en un lugar de equilibrio, ni invierno, ni verano, ni frío, ni calor, algo intermedio.

Aunque viva en el sur, haya nacido en el sur, y seguramente muera en el sur, por mis venas corre sangre gallega y el norte es sin duda lo mejor de lo mejor.
Los paisajes otoñales del norte, no se pueden comparar con las imágenes del sur. Galicia en otoño es preciosa, es fantástica, es casi mágica, sin embargo, y sintiendolo mucho, Cartagena es bonita en verano y primavera, en otoño e invierno deja mucho que desear. Lo mío es disfrutar de paisajes verdes, de lugares donde se respire oxígeno puro, donde pueda sentirme libre, y demomento, eso solo lo he podido experimentar en Galicia, Navarra, y en los Pirineos franceses, tambien en Born y Amsterdam, pero no en Cartagena.
Pero bueno, mis viajes al norte no acabarán nunca, aunque demomento me conforme con un otoño en Cartagena, que presiento que será uno de los mejores.
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